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Cuando vuelvan los turistas a las viviendas vacacionales…

Si algo podemos aprender del shock del coronavirus es la importancia de la adaptabilidad.

¿Cómo se adaptará el sector turístico?

Según los expertos consultados por Invertia, España optará por un estrategia low cost, abaratando precios una vez levantado el confinamiento, para «seducir de nuevo al consumidor.»

¿Será ésta la mejor estrategia para los propietarios y property managers de viviendas vacacionales?

Es muy discutible.

El emprendedor Steve Blank, mundialmente conocido por su metodología del Desarrollo de Clientes, advierte que ante esta crisis es imprescindible replantearse cómo crear valor para el cliente, un proceso que va mucho más allá de una simple reducción de precios.

Y ahora es el momento porque, al fin y al cabo, «en los tiempos difíciles se hacen evidentes los problemas ocultos que no somos capaces de ver en medio de la prosperidad.» Así lo afirma Scott D. Anthony, presidente de la prestigiosa consultora estadounidense, Innosight. 

Lo cierto es que abundan los ejemplos de empresas exitosas fundadas en tiempos de crisis. Entre ellas figuran más de la mitad de las 500 mayores empresas estadounidenses, incluidas Adobe, Microsoft, Hewlett-Packard, Disney y MTV. 

Por lo tanto, aprovechemos esta pausa para imaginarnos una serie de posibilidades para crear aún más valor en un mercado de alquiler vacacional que sin duda será mucho más competitivo después de la pandemia.

Pensemos cómo podríamos mimar más a los huéspedes, y agilizar el negocio al mismo tiempo.

Exploremos las tecnologías inteligentes más asequibles, que nos permitan conseguir estos objetivos.

¿Te animas?

En la piel del huésped

Muchas de las empresas más innovadoras usan el método de las historias del usuario para ponerse en la piel del cliente. 

Se trata de escribir una historia en la cual los protagonistas son los usuarios del producto. Es una manera de ver las cosas desde su punto de vista.

Dicho esto, describamos como podrían ser los próximos huéspedes de nuestras viviendas vacacionales. Al describirlos detalladamente, nos ayudará a adaptarnos mejor a sus necesidades.

Imaginémonos una familia estadounidense residente en Alemania, los Harper. Es un matrimonio con dos hijos de ocho y diez años. Ella es directora de recursos humanos en una multinacional y él trabaja como diseñador gráfico.

Digamos que ya se ha levantado el confinamiento. Como las empresas han aprendido que el teletrabajo funciona, muchos trabajadores se han convertido en nómadas digitales de forma permanente.

Es una tendencia atractiva para esta familia ya que les permite aprovechar las vacaciones de los niños para pasar todo el verano de viaje mientras sigan trabajando a través de internet. Pondrán su propia casa en AirBnB para generar algunos ingresos adicionales mientras estén fuera.

Los Harper reservan nuestra vivienda vacacional donde pasarán varias semanas en un clima agradable.

Llegarán el sábado y el abuelo se unirá al grupo al día siguiente.

Una acogida a la altura de sus expectativas

El uso de la tecnología para realizar check-ins automatizados es cada vez más común. Un análisis de la firma Rentals United prevé que esta tendencia seguirá al alza, ya que estamos aprendiendo a guardar las distancias y preferimos evitar cualquier contacto humano que no sea imprescindible.

Por lo tanto no es necesario que una persona reciba a los huéspedes para entregarles las llaves y enseñarles la casa. Todo se puede automatizar, sin disminuir el trato agradable para que los huéspedes reciban una cálida bienvenida.

¿Cómo lo hacemos?

En primer lugar pueden acceder fácilmente a la casa mediante una cerradura electrónica, un Smart Lock, que les permitirá abrir la puerta con el móvil. Les enviaremos el código digital de antemano.

El sistema genera un código único para cada grupo de huéspedes y otro código para el personal de limpieza. Como el Smart Lock funciona vía internet, podemos ver un desgloce exacto de cada entrada y salida de la casa. Incluso podemos cerrar la puerta a través de internet, estemos donde estemos. Esto ofrece mucha seguridad comparado con los métodos más tradicionales.

La familia Harper entra en la casa.

¡Qué alivio! Hace calor pero la casa está fresquita porque el mando inteligente del aire acondicionado tenía prevista la hora aproximada de llegada y ya había encendido el aire.

Seguimos con la bienvenida…

«Hello Alexa!» dice el Sr. Harper.

El altavoz inteligente se activa y Alexa, el asistente virtual, les responde con una bienvenida personalizada en inglés.

La respuesta del asistente virtual les hace sentir como en casa. Al igual que muchos de sus amigos en Estados Unidos y Alemania, están muy acostumbrados a utilizarlo. ¿Una casa sin Alexa o Google Home? ¡Sería como tener un dormitorio sin camas!

Les tranquiliza poder disponer del asistente virtual para activar varios aparatos con la voz. Podrán encender la tele sin mando, por ejemplo. Genial, porque como dice la Sra. Harper, «¡Da asco tocar un mando físico que ha sido manoseado por quien sabe cuantas personas!»

Es que el coronavirus nos ha vuelto mucho más exigentes en cuanto a la higiene y somos más reacios a tocar demasiadas superficies. Por lo tanto, hay que ofrecer las tecnologías activadas por voz sí o sí.

Para darles una bienvenida personalizada, habremos programado un BluePrint. También habremos progamado varias tareas que el asistente virtual ejecutará cuando oiga la frase correspondiente. Habremos enviado la lista de frases a los Harper previamente.

La zona de confort

Después de que los niños se hayan divertido un rato intentando confundir al asistente virtual, los padres lo usan para preguntar dónde pueden encontrar un restaurante típico.

Pero antes de cenar salen un rato al porche a disfrutar de una copa mientras los niños se tiran a la piscina. El mando inteligente detecta la ausencia de personas en la casa y, después de unos minutos, sube un poco la temperatura del aire acondicionado para conservar energía. Esta función ahorrará mucho dinero a lo largo de la estancia.

Una hora más tarde la familia vuelve a entrar. El mando lo detecta y el aire vuelve a la temperatura deseada sin que ellos se den cuenta. 

A continuación la Sra. Harper dice, «Good evening Alexa.»

Al oir esta frase el asistente virtual ejecuta una tarea a través de la red WiFi. Las luces se encienden y los estores inteligentes, se cierran. Ambos están conectados a la red y están sincronizados mediante la tarea programada.

Se visten para salir a cenar. 

El Sr. Harper dice, «Taxi please Alexa» y el asistente virtual les reserva un taxi automáticamente a través de internet. 

Al llegar, el taxista no toca a la puerta, pero aún así el timbre inteligente lo detecta y avisa, a través de Alexa, que ha llegado. El Sr. Harper lo comprueba con un vistazo al móvil, donde puede ver al taxista esperando afuera. El móvil recibe el vídeo a través de internet, desde la cámara del timbre inteligente.

Cuando salen, el mando inteligente del aire acondicionado sube la temperatura como siempre, para conservar energía. Una hora y media más tarde, el mando detecta que todavía no han vuelto y comprende que no se trata de una ausencia temporal. Por lo tanto apaga la climatización.

La gran ventaja es que los Harper no tienen que preocuparse de apagar el aire, y nosotros tampoco tenemos que preocuparnos por la factura, ya que el mando inteligente controla los gastos, ahorrándonos hasta el 60%.

Y mientras están fuera, el aspirador robótico hace un repaso y desaparecen milagrosamente las migas de patatilla esparcidas por los niños.

Más tarde, ya de regreso, los padres se acomodan para ver una película. Al decir «Movie time Alexa!» el asistente virtual ejecuta otra de las tareas que habremos programado y se encargará de encender el aire, abrir Netflix en el televisor inteligente (Smart TV) y crear un ambiente acogedor con una iluminación atenuada y cálida. 

Sin tener que tocar nada. 

¿Y los tecnófobos?

Al día siguiente viene el abuelo.

Es un hombre activo y alegre que conserva todas las ganas de comerse el mundo.

Pero hay un pequeño problema… le horroriza la tecnología y piensa que internet es perjudicial para la sociedad.

¿Qué haremos para que esta vivienda inteligente sea de su agrado?

Sobre todo si tenemos en cuenta que la familia quiere ir al mercado por la mañana y le han pedido que les espere en la casa en caso de llegar antes de que vuelvan.

En primer lugar, no tiene móvil. ¿Cómo va a abrir la puerta?

Esta prueba la superaremos fácilmente porque la cerradura inteligente tiene un teclado integrado. Por lo tanto él podrá introducir manualmente el código que le facilitó su hijo.

Así que entra sin problema, deja la maleta y decide prepararse un té mientras espera a la familia. Encuentra el hervidor en la cocina y lo enciende, sin darse cuenta de que lo podría haber activado con el asistente virtual (porque está conectado a un enchufe inteligente).

Pero no pasa nada, porque puede prepararse el té como siempre, sin que la tecnología le moleste.

Al llegar la familia, los padres se ponen a preparar la comida. O mejor dicho, el horno se pone a preparar la comida. Desde luego, es un horno inteligente con cámara integrada, capaz de reconocer los ingredientes y ajustar la temperatura y tiempo de cocción, siguiendo la receta bajada de internet.

Pero shhhhhh… ¡no se lo digas al abuelo!

¿Qué te diferencia?

Lo mejor de todo es que estas tecnologías ya existen. No es complicado instalarlas y los precios suelen ser asequibles. 

Por lo tanto, si te estás planteando renovar tu negocio de alquiler vacacional, las posibilidades son infinitas.

Las tecnologías inteligentes ofrecen muchas oportunidades para crear más valor.

Más valor para los huéspedes, porque mejoran la higiene, la seguridad y la comodidad.

Y más valor para el negocio, porque agilizan la gestión y ahorran tiempo y dinero.

Son cosas que marcan la diferencia en un mercado competitivo.

¡Salud, fuerza y ánimo!