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¿Por qué urge la innovación para crear un alquiler vacacional más sostenible?

Mil cuatrocientos millones.

Ese es el número de turistas por todo el mundo, según las últimas cifras de la Organización Mundial del Turismo (OMT).

Además se prevé que en 2030 habrá 400 millones más.

Ante estas cifras, no sorprende que la huella ecológica que deja el sector turístico sea enorme. De hecho, un estudio de la Universidad de Sidney calcula que una décima parte del impacto medioambiental mundial se debe al turismo.

¿Cuáles son los aspectos del turismo que más contaminan? Resulta que, aparte del transporte aéreo, una gran parte del efecto invernadero proviene de los hoteles.

¿Y las viviendas vacacionales?

Algunos expertos consideran que el alquiler vacacional es una alternativa que contamina menos que el sector hotelero, y por lo tanto el auge de las viviendas vacacionales en los últimos años podría ser un fenómeno positivo para el medio ambiente.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que el 60% de la huella de carbono de un hotel proviene del consumo energético, y en este sentido las viviendas vacacionales también pueden dejar una huella importante.

En España, un hogar gasta una media de 10.000 kWh al año en energía. En el caso de una vivienda vacacional, esta cifra suele ser bastante más elevada, puesto que, en muchos casos, los turistas no tienen el mismo cuidado a la hora de ahorrar energía.

Es muy frecuente, por ejemplo, que los huéspedes que alquilan una casa turística, estando en “modo vacacional”, dejen las luces, el aire acondicionado, o la calefacción encendidos al salir, lo cual no harían en su propia casa.

Hay casos en los que la climatización se queda encendida prácticamente las 24 horas en estancias apenas ocupadas, generando un desgaste energético importantísimo comparado con una casa unifamiliar. Incluso podría llegar a superar el consumo de un hotel, en lo que a la climatización se refiere, ya que muchos hoteles suelen emplear sistemas de control para reducir el desgaste.

Además se prevé que esta tendencia seguirá en alza, según el manual de estadísticas europeas, porque el uso del aire acondicionado se está disparando debido a los veranos cada vez más calurosos.

Tomando conciencia

Una investigación llevada a cabo por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) encontró que en España hay “una grave falta de conocimiento en todo lo relacionado con la modernización y rehabilitación, no solo en la vivienda sino también en las unidades principales de equipos de calefacción y aire acondicionado.”

Por otra parte, el estudio extensamente difundido de la investigadora Adjnu Damar-Ladkoo (2016) concluyó que hoy en día es obvio que las estaciones se han vuelto cada vez más imprevisibles y, por lo tanto, los que participan en el negocio de alquiler de viviendas vacacionales tendrán que identificar los pasos que se pueden tomar para limitar los daños ecológicos.

Esto incluye reducir el uso de energía, mejorar la eficiencia energética y aumentar el uso de la energía renovable.

Otra propuesta interesante es que los hoteles y las viviendas vacacionales trabajen juntos para satisfacer la demanda creciente. Por ejemplo, cuando un hotel se encuentre completo, en vez de cerrar las puertas a reservas nuevas, podría aprovechar las plazas adicionales que brindan las casas vacacionales a su alrededor y seguir ofreciendo los servicios del hotel como valor añadido. De esta manera se podría detener la construcción de más hoteles y evitar el daño ecológico relacionado.

Este tipo de actitud innovadora es imprescindible para hacer frente a los retos. Porque si no adoptamos medidas urgentes, la Agencia Internacional de Energía advierte que habrá un aumento de seis grados en la temperatura global para fines de siglo.

Como mejorar la eficiencia energética en las viviendas vacacionales

A la hora de invertir en los cambios necesarios, Damar-Ladkoo recomienda valorar no solo el retorno económico de la inversión, sino también el retorno social, ya que muchas veces nos centramos en los beneficios que podemos ver y tocar, y pasamos por alto las cosas más intangibles, que sin embargo nos pueden afectar de manera muy drástica, como en el caso del cambio climático.

Un propietario dispuesto a invertir podría instalar electrodomésticos de bajo consumo por toda la casa, además de placas solares para crear una fuente de energía sostenible.

Pero también hay soluciones de bajo coste que se pueden adoptar rápidamente, como por ejemplo sustituir todas las bombillas de la vivienda por unas de bajo consumo, y evitar que haya muchos aparatos en modo ‘stand by’, ya que esa luz roja consume mucho más de lo que nos imaginamos.

Además se pueden aprovechar las nuevas tecnologías para mejorar la eficiencia de los aparatos existentes. Hay tecnologías que funcionan con ‘internet de las cosas’, que permiten controlar a distancia muchos aspectos de la gestión de la vivienda. Por ejemplo, en ModoSmart hemos desarrollado un mando inteligente para controlar el aire acondicionado sin tener que invertir en equipos nuevos.

Asímismo, el internet de las cosas se destaca como “una de las herramientas más importantes de la transformación digital responsable,” según un informe del Foro Económico Mundial. El informa señala que, gracias a la medición y control remoto de las ‘cosas’ previamente desconectadas, la sociedad en general puede beneficiarse del ahorro energético y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero que contribuyen al cambio climático.  

El compromiso colectivo

En este artículo en El País, Eric Le Bonnardiére nos invita a reflexionar sobre el fin del statu quo y el comienzo de una nueva era en la cual todos los actores del sector del turismo deben asumir sus responsabilidades.

“Estos compromisos de innovar en un entorno sostenible deben convertirse en la batalla del siglo,” escribe.  “Hay una necesidad urgente de reconstruir el turismo, una necesidad urgente de salir de un modelo que multiplica los efectos negativos para aquellos que viajan y los que dan la bienvenida. No hacer nada no es una opción plausible.”

Y hay indicios de que el compromiso está creciendo, como señaló el presidente de Apartur (Asociación de Pisos Turísticos) durante la entrega del galardón WeRespect en Barcelona, un sello de calidad que certifica a los negocios de alquiler vacacional comprometidos con la convivencia y la sostenibilidad.

Esta iniciativa, sin ánimo de lucro, ya está marcando tendencia en las principales ciudades españolas.

Imaginemos el tremendo impacto positivo que podríamos conseguir como sociedad si cada vivienda anunciada en AirBnB y HomeAway tuviera un sello similar.

¡Hagámoslo realidad!