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Tecnología y seguridad: protección contra la oleada de okupas en viviendas turísticas

En los últimos cinco años se han triplicado los casos de okupas que logran aprovechar un descuido para apoderarse de viviendas vacías en España.

En parte esto se debe a la situación económica desencadenada por el Covid-19. 

No obstante, expertos consultados por idealista/news destacan que hoy en día la mayoría de los okupas son personas sin necesidades sociales. “Aparecen en los juzgados con móviles de última generación”, dice el juez Fernando Valdivia.

Esto supone el auge de una nueva tendencia.

Hace unos años la okupación solía ser el acto desesperado de personas en situaciones vulnerables. Contaban con el apoyo de organizaciones ideológicas que reclamaban el derecho a techo para los más desfavorecidos.

Es decir, era un fenómeno con fundamentos sociales.

Pero últimamente esta ideología está siendo desplazada por mafias cuyo único propósito es hacer negocio con el coronavirus. Su estrategia consiste en reunir a varios okupas, instalarlos en una vivienda vacía, y luego extorsionar al propietario, exigiendo sumas importantes para que los okupas se vayan.

Las viviendas de alquiler vacacional son un blanco fácil porque suelen estar vacías durante temporadas.

De hecho, Beatriz Toribio, directora general de ASVAL (Asociación de Propietarios de Viviendas en Alquiler), sostiene que “la ocupación ilegal se ha convertido en uno de los mayores problemas al que se enfrenta el mercado del alquiler.”

¿Qué supone para el propietario?

En la actualidad los okupas profesionales disponen de un manual de okupación que detalla los pasos a seguir para aprovechar cualquier laguna jurídica.

La regulación les otorga derechos que les permite permanecer en la vivienda que okupan, e incluso empadronarse en ella. 

Otra táctica que utilizan es presentar contratos de arrendamiento y otros documentos falsos para acreditar una ocupación.

Por estos motivos, el proceso judicial para recuperar la vivienda puede durar hasta dos años y, en opinión de José Ramón Zurdo, director general de la Agencia Negociadora del Alquiler, es improbable que se pueda recuperar la posesión en menos de siete u ocho meses.

Los gastos estimados pueden ascender a 30.000€ por el arreglo de desperfectos, abogados, cerrajeros y notarios. 

Para evitar esta situación, es imprescindible actuar de inmediato, ya que durante las primeras horas de una ocupación la policía puede desalojar a cualquier intruso. 

Pasado este plazo es mucho más difícil legalmente. 

Un remedio polémico

Visto el arduo camino que supone la vía legal, algunos propietarios optan por servicios alternativos, como los que ofrece la empresa Desokupa, que actualmente recibe más de 300 peticiones al día.

“Hemos visto okupaciones en fincas o pisos de famosos… todo lo que puedas imaginar y más”, afirma su fundador, Daniel Esteve.

Desokupa ha saltado a los medios por “la sombra de la supuesta violencia que ejercen para conseguir su objetivo.” 

Sin embargo, la empresa asegura que sus prácticas son legales y lícitas.

Su táctica consiste en aprovechar el momento en que el okupa sale de la propiedad para impedir que vuelva a entrar, aunque subraya que este tipo de control sólo se utiliza en caso de delincuencia. 

“A una familia con niños, una embarazada o simplemente personas que nosotros sabemos que okupan por necesidad, negociamos con ellos o les reubicamos”, explica el directivo.

¡Prevenir es mejor que curar!

Para impedir que la situación llegue a estos extremos lo más prudente es impedir, o por lo menos dificultar, que un okupa pueda tomar posesión de la vivienda desde el inicio.

Recordemos que los okupas eligen los blancos más fáciles primero, por lo cual es importante mantener las puertas y ventanas cerradas con llave cuando la vivienda esté vacía.

Para añadir una capa de seguridad, podrías utilizar una cerradura inteligente

Una cerradura inteligente te permite cerrar la puerta a través de una aplicación móvil y asignar códigos de acceso únicos para cada persona.

Por lo tanto, mediante esta tecnología puedes evitar que se exponga tu vivienda vacacional si…

  • se pierden las llaves
  • se comparte un código de seguridad con personas indebidas
  • los huéspedes o personal de limpieza se olvidan de cerrar la puerta con llave al marcharse.

Es un buen comienzo, pero no es suficiente.

Es importante tomar medidas de seguridad adicionales, porque un intruso podría forzar la puerta o, lo que ocurre con bastante frecuencia, entrar por una ventana. La cerradura inteligente no sería capaz de avisarte si pasa esto.

Es sumamente importante saber que la vivienda ha sido vulnerada, incluso cuando no estés presente, para que puedas actuar en seguida.

¿Cómo saberlo?

Una manera es a través de un sistema de seguridad, como Securitas Direct o Prosegur, por ejemplo. Estos servicios protegen la vivienda mediante cámaras, sensores y una alarma que da aviso a la policía en caso de intrusión. 

Hay que tener en cuenta que los dispositivos instalados están diseñados exclusivamente para la seguridad. Además, este tipo de servicio supone una cuota mensual continua que no se amortiza, y que podría llegar a ser un gasto imposible si tienes muchas propiedades de alquiler. 

Cabe destacar que existen tecnologías que ofrecen los beneficios de la seguridad, pero que también van más allá de la seguridad sin tener que contratar un servicio externo.

Estas tecnologías están diseñadas para la monitorización y la automatización de la vivienda y funcionan con detectores de movimiento. Estos detectores tienen una ventaja adicional: te pueden informar en cada momento si hay alguien presente en la vivienda. 

Los detectores de movimiento son una inversión muy asequible, y sencillos de instalar. Te permiten automatizar varias operaciones de la vivienda en función de la presencia de los huéspedes. 

Por ejemplo MODO es un mando inteligente que incluye un detector de movimiento capaz  de automatizar el aire acondicionado y ahorrar energía cuando los huéspedes no están. 

Gracias al detector de movimiento, el gestor puede saber en cualquier momento si hay presencia o no en la vivienda. 

Puedes hacer un seguimiento a través de la aplicación móvil, o bien para controlar los accesos autorizados, como los del personal de limpieza, o bien para saber si un intruso acaba de entrar.

Mediante la aplicación puedes activar las notificaciones instantáneas cuando la vivienda está vacía. Así tu móvil te avisará si alguien entra en la casa para que puedas llamar inmediatamente a la policía.

Otro dispositivo con un detector de movimiento que puede ser útil para la seguridad de la vivienda es Minut. Minut está pensado para la monitorización de varios parámetros, como por ejemplo temperatura, humedad, nivel de ruido y presencia. Al incluir un detector de movimiento, el dispositivo te informa, a través de la app, de la presencia en la casa en cualquier momento. 

En el contexto del alquiler vacacional, el detector de movimiento es una solución eficaz que garantiza la privacidad del huésped, ya que detecta la presencia sin el uso de cámaras (las cuales están prohibidas en la mayoría de los casos).

Es una solución que tiene la ventaja de cumplir dos funciones importantes para el alquiler vacacional. No solo permite la seguridad, sino también la automatización si así lo deseas.

Conclusión

Como ya hemos visto, el impacto de una okupación puede ser fulminante para un negocio de alquiler vacacional, tanto por los gastos, como por la pérdida de ingresos durante períodos prolongados.

Por lo tanto es imprescindible tomar las precauciones adecuadas ante este fenómeno que tiende al alza.

En primer lugar, es aconsejable implementar barreras para disuadir a los okupas que buscan la “presa fácil”.

Segundo, tener las herramientas adecuadas para poder detectar una intrusión.

Y sobre todo, en caso de detectar un intruso, actuar inmediatamente avisando a la policía para que puedan proceder a su desalojo y evitar que el okupa tenga derechos de permanencia.

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